jueves, 31 de julio de 2014

CUADERNO 6



Podemos no aspira al partido único, su proyecto político apunta más bien a ese freno de mano necesario que era la revolución para Walter Benjamin.



A veces la sensación de que el cerebro anida el tiempo autónomo de la escritura mientras pasan por delante lejanos los años, los cursos, las vacaciones.



Epifanía de grandes sorpresas emanadas desde las mazmorras humanas.



Nos contemplaban frente al mar un montón de siglos, y de bolsas de basura.



Acosado de escándalos por cumplimentar.



Faltan nociones básicas de Historia económica entre quienes impunemente la hacen con sus decisiones irrevocables.



La música es cuando el infinitamente creativo orden del mundo entra por los oídos, o se sintoniza con el corazón.



Múltiples ventanas abiertas para los nuevos cerebros multitarea. Los neurobiólogos saben que existen diferencias de cableado neuronal entre cerebros que saben leer y los cerebros analfabetos: la tecnología nos va cambiando el cerebro. Si nuestros genes reflejan un lento mapeado darwinista en millones de años, nuestro plástico neocórtex cerebral es el órgano de la evolución lamarkista en pocas generaciones.



El segundo principio de la termodinámica prohíbe la existencia de la máquina del movimiento perpetuo. En general las leyes científicas codifican prohibiciones, imposibilidades, escribe el matemático y cosmólogo J. D. Barrow. Los enigmas del dios invitan a situaciones abiertas, aunque suelan quedarnos reducidas por tradición a prohibiciones e interdictos.



En la música de la voz reside la potencia emocional de la música, funcionaba antes que cualquier mensaje lingüístico articulado en nuestros ancestros -sin olvidarnos de que los propios chimpacés hoy sabemos que sufijan determinados sonidos lexemáticos, también articulan rudimentariamente sus lenguajes-. Al resto de mamíferos también les encanta. Por lo visto a las gallinas las vuelve locas Pink Floyd. Los pájaros cantores improvisan cientos de cantos diferentes a partir de una base melódica común, incluso desarrollan dialectos grupales de un lado a otro de la selva. Los delfines pueden imitar hasta el sonido de una guitarra eléctrica como geniales sintetizadores musicales. Allí debería empezar cualquier historia de la música que se precie.



El niño le pregunta al padre en la procesión: ¿Papá, por qué es virgen esa señora? El padre le contesta: Porque es de madera, hijo mío.



La mayoría habitualmente al margen.



Invitar al más acá del más allá.



Maquinarias reductoras de gradientes energéticos buscan planeta de sobra.



Le pesaban tanto sus supuestos que jamás se incorporaba a recoger las palabras de otro. Tampoco se volvía para ver cómo los beneficiarios lo sodomizaban.



La noche ha descendido a los portales abiertos del verano y ha revelado que ella es la verdad, que el día es sólo la distorsión de una molesta estrella demasiado cercana. De oposición objetiva nada. Los grillos se frotan de risa. La culebra que persiguen los niños del barrio se esconde de todos modos.



Como gusta de decir a los matemáticos, lo más probable es siempre que ocurran muchas cosas improbables. Lo más improbable del mundo sería un mundo sin casualidades o hechos muy improbables. En la prolongación infinita de decimales de pi tarde o temprano podemos hallar la regularidad que queramos: muchas veces ocurrirá incluso antes en la serie de lo que calculemos como más probable. Se nos olvida cuántas otras veces lo hará más tarde.



Desde el s. XVIII se conoce el problema de la no-transitividad de las preferencias. Podemos preferir A a B y preferir B a C, y sin embargo no preferir en cambio A a C. Según el sistema de elección que escojamos, el candidato más votado en términos absolutos puede salir perdedor en un sistema por circunscripciones o listas. Nuestros políticos jugando desde entonces a las combinaciones y negociaciones en torno al sistema electoral, y si son de la derecha española haciendo todas las trampas al respecto que puedan.



Lloramos o sudamos agua de mar, de cuando la vida terrestre se trajo el mar dentro de sí con la misma salinidad de los océanos de los que provenía. Nostalgia de nuestros orígenes oceánicos, escribió Margulis en Microcosmos. Y el 10% de nuestro residuo seco lo componen bacterias simbióticas que nos ayudan a sobrevivir, la necesaria inmigración en nuestras repúblicas celulares.



Los excesos de gradientes en el desequilibrio químico generan orden complejo y auto-organización, y sus correspondientes maquinarias vivas entregadas a la reducción homeostática de tales gradientes. Que viva el desequilibrio creador.



Nuestro planeta, miles de millones de años más joven albergó uranio enriquecido en proporciones mucho mayores que las actuales –la inestabilidad del U-235 es mucho menos longeva que el actualmente mayoritario U-238. El planeta, decía Lovelock, lo resolvió creando reactores nucleares naturales. Saber de dónde venimos para saber dónde vamos, embargos de EEUU a terceros incluidos.



¿Vivimos en el universo hostil e indiferente según Monod, o en el universo amable de Freeman Dyson en que vida e inteligencia eran tarde o temprano elementos inevitables del proyecto?



Mirándonos vivir, describe en Rebelión el filósofo Santiago Alba el nuevo tipo de martirio posmoderno ante el flash de nuestras cámaras digitales, que viene a sustituir al viejo Mirarse morir desde la mirada de Dios.



El autor de El minotauro global, el economista crítico Yanis Varoufakis resume magistralmente la locura financiera, el incalculable riesgo del riesgo presuntamente domesticado: “Los economistas pusieron una nueva etiqueta a la ignorancia y la comercializaron como una forma de conocimiento provisional. Después los financieros construyeron nuevas formas de deuda sobre esa ignorancia reetiquetada y levantaron pirámides sobre la premisa de que el riesgo se había eliminado. Cuantos más inversores eran convencidos, más dinero hacían todos los implicados y mejor era la posición de los economistas para acallar a cualquiera que se atreviese a poner en duda sus premisas subyacentes. De esta manera, las finanzas tóxicas y la teorización económica tóxica se convirtieron en procesos que se reforzaban mutuamente.”
¿Juegas el juego, o el juego juega contigo?, he aquí la cuestión. En otro apunte escribe: ““El impulso autorreferencial del capital se burla de la voluntad humana, del empresariado y de la clase trabajadora por igual. Pese a ser inanimado e inconsciente, el capital –abreviatura de máquinas, dinero, derivados titularizados y toda forma de riqueza cristalizada– evoluciona rápidamente como si funcionase por sí mismo, usando agentes humanos (banqueros, jefes y mano de obra en igual medida) como peones de su propio juego. De manera similar a nuestro subconsciente, el capital también implanta ilusiones en nuestras mentes, por encima de todas, la ilusión de que, al servirle, nos hacemos valiosas, excepcionales, potentes. Nos enorgullecemos de nuestra relación con él (ya sea como financieros que «crean» millones en un solo día, ya como empresarias de las que dependen multitud de familias trabajadoras, o como trabajadoras que disfrutan de un acceso privilegiado a una brillante maquinaria o a ridículos servicios fuera del alcance de emigrantes ilegales), cerrando los ojos al trágico hecho de que es el capital el que, en efecto, es dueño de todas nosotras, y que somos nosotras quienes lo servimos a él…”



Los estrechos y profundos vínculos entre el cristianismo primitivo y el anarquismo social, en Murray Bookchin. ¿Y por qué no…? Aquel pasaje en Corintios que subraya al miembro también como cuerpo, nunca elemento egótico separado como ocurre en la invitación del anarquismo individualista de las clases altas, el del capitalismo depredador o anarcocapitalista. Añade el comentarista: “Sin renunciar al racionalismo cuya negación es la auténtica muerte del alma, nunca estará de más tantear los caminos de la más radical y abierta de sus versiones, la que está dispuesta, por ejemplo, a utilizar la introspección que nos ofrecen algunas técnicas de meditación, o la que usa música y poesía como herramientas para iluminar los laberintos del animal simbólico que somos”.



Se apunta fiel y permanentemente a la marca Manitou de tabaco de liar, además de por calidad-precio y sabor, por tratarse de un dios indio. Qué mejor abreviatura suya que este culto.



John Holloway: con el fracaso de los estados comunistas orientales no se impugnó la idea de revolución, sino la leninista toma del poder y el burocrático partido único.



Árboles que viven tanto como una civilización.



Un intelectual denodado multiplicado en decenas de miles de voces. Vocea un Hay alternativas al no hay alternativa: el que Thatcher nos coceó para el beneplácito de los amos (TINA).



Inside job muestra cómo la banca en EEUU financia congresos, revistas y cátedras del mundo académico para fabricar la ortodoxia que nos ha traído al desastre. España necesita una investigación similar, dice Vicenç Navarro, respecto a FEDEA y los autoproclamados y persistentes "100 economistas", que a cambio de vender recortes sociales cobran generosamente de la banca y se les permite publicar algún artículo en el American Economics Review



Viviremos a la platónica, en una saturada y titánica nube de información.



Las declaraciones de principios en los políticos, los llaman principios porque muy pocos de ellos quedan al final (un lector en las Cartas al Director)



El modelo estándar aspira, hasta ahora sin lograrlo, a la unificación de las cuatro fuerzas fundamentales. Tenemos en su seno las ecuaciones de campo de Maxwell y las ecuaciones de campo subatómicas de Yang-Mills, pero imposible unificar electromagnetismo y fuerzas nucleares con la relatividad einsteiniana, es decir, con la fuerza gravitatoria. Postulando una quinta dimensión espacial además del tiempo, sabemos que se logran unificar gravedad y luz, en el modelo multidimensional Kaluza-Klein. Ambas serían efectos vibratorios en dimensiones más altas. Análogamente, las cuatro fuerzas serían expresiones dimensionales diferentes de una superfuerza original en muchas dimensiones. Como indica Kaku, los distintos ramilletes de ecuaciones se agavillan matemáticamente en un solo grupo multidimensional.



Descifrado el palimpsesto de Arquímedes, descubrimos que manejaba el infinito como un número más pese al dictum aristotélico que negaba la existencia de infinitos actuales, dados de una sola vez, y los prohibía racionalmente. Este Newton de la Antigüedad que se adelantó milenio y medio al cálculo infinitesimal de Newton-Leibniz.



Ideas de decadencia que nunca decaen.



A lo sumo un hábil lector de periódicos, nada menos.



La metafórica creciente del tsunami o el terremoto respecto a la situación laboral de este país: las catástrofes acompañan simbólicamente el transcurso económico de este gigante de pies de barro especulativo, y casas de malos materiales y peor diseño, tan sobrevaloradas como infravalorada era la inteligencia por los presuntos nuevos ricos españoles.



Cerebros a los que la cultura se les escapa de las manos.



Los seres vivos como propioceptores del planeta vivo, escribía Margulis en Una revolución en la evolución.



El jazz contemporáneo es un buen indicador de la naturaleza moderna, el trance se alcanza viajando hacia el límite, al horizonte de sucesos de la estridencia nerviosa. Liberación por sobresaturación. Le pilla al hombre actual más cerca que la calma universal interior.



Viejo apunte de Chef Chaouen: Donde sol, montañas y lluvia confabulan una emoción mística luminosa similar al primer día de la creación, y la enfrascan en polen en mis bolsillos, como aquella onza de felicidad en el chaleco de Baudelaire, que ahora aquilata un pueblo azul del mediterráneo entregado a labrar el culto al corazón. Lana, agua y polen, dicen allí.



Las mismas revistas que incitaban al consumo de lujo y ostentoso presentan hoy entre sus delgadas modelos mensajes sobre el valor de una sonrisa o del atardecer.



En lugar de reducirlo a fanatismo religioso, establezcamos el valor estratégico del terrorismo suicida que vuelve temibles a los que andan en inferioridad de condiciones guerreras, ya desde los sicarii de los dominios judíos de Roma, o la secta de los asesinos en la Persia de 1080 contemporánea de Omar Jayyam, hasta los kamikazes japoneses.



La verdad es índice de sí misma y de la mentira, escribió Spinoza. Y el hombre es el animal que miente según Nietzsche, anticipando la hipótesis evolutiva del mono maquiavélico.



Porque en conjunto fluido se nos puede reducir a ecuaciones bastante exactas cuando dibujamos los mismos patrones caóticos, las mismas cascadas de colores en estampida ordenada que cualquier flujo físico en desequilibrio creador. Aún falta por desarrollar una termodinámica similar para el flujo de las ideas y valores, ligados a la tensión tectónica de las diferentes fuerzas sociales



Recuerda Iñaki Gil en Rebelión respecto al humanismo brutal-burgués en rápidas pinceladas que “el gobierno portugués ha aconsejado al pueblo que no caiga enfermo, mientras que la burguesía española ha decidido entregar el negocio de la salud a la piratería privada. Por ejemplo, la desesperada política yanqui por asegurar sus reservas de crudo, así como otras causas, hace más que posible que el calentamiento climático se acerque a los 3,6º C. en unas décadas, límite catastrófico, según el último informe de la AIE”.



(Des)aprender la democracia según A. J. Aguiló (Rebelión): “El burgués liberal del siglo XVIII no era un demócrata, sino un defensor del gobierno representativo basado en la propiedad privada y el rango social. Durante el siglo XX la democracia de partidos y el sufragio universal limaron el carácter antidemocrático del parlamentarismo burgués, pero no han servido para superar la democracia oligárquica en la que minorías privilegiadas tienen poder de veto sobre la mayoría (…) El actual secuestro de la democracia por las élites neoliberales es la prueba más evidente de la persistencia de esta democracia de dominación, que en Europa muestra su rostro más despiadado con la confiscación de derechos y rentas a los ciudadanos (…) El efecto de la dominación es tan fuerte que en el plano intelectual genera lo que Marx y Engels llaman “falsa conciencia”, la naturalización de las ideas de la clase dominante como si fueran las ideas de los dominados. Hemos naturalizado, así, la monocultura de la democracia liberal…”



Chomsky, que en muchas décadas ha acertado casi siempre, explica muchas veces que en la tradición bíblica profeta era el intelectual disidente contra el poder establecido, muchas veces incluso marginal, y solo cuando su lectura crítica de las tendencias sociales y políticas prevalecía con el paso del tiempo se le incorporaba a la tradición sagrada de los venerables. El profeta autoprofetizado.



Habitar otros mundos: ir más deprisa que la velocidad de la luz es cuestión de sacudir el espacio-tiempo como una alfombra para que nos atraviese a nosotros en lugar de a la inversa habitual, mucho más lenta, mediante una cantidad de energía que rebasa los mayores excesos imaginativos de la ciencia ficción.



En cuanto a las colonias bióticas energéticamente autosostenidas, veremos si no se implantan en un futuro terrible en este mismo planeta antes de llegar a exportarlas fuera.



La esperpéntica sobrevaloración de la vivienda en España, una distorsión valle-inclanesca, en el callejón sin salida de los espejos deformantes, de un país que se quería hipermoderno.



Tenía razón el filósofo García Calvo, el problema es que permitimos que una elite de expertos manejara una maquinaria de producir beneficios que no entienden, cuyas consecuencias desconocen porque desconocen sus resortes ocultos, y que han manipulado como el mono teclea al azar y reincide cuando se ve recompensado a corto plazo. Es lo que había detrás de tanta cháchara técnica y otros sortilegios de la Nueva Economía.



El Tratado Schengen que aguantó la absorción de cientos de miles en las guerras balcánicas, pero que se hunde por unos miles de africanos debiera en adelante reformularse como de libre circulación de xenófobos de derecha.



Desérticas infraestructuras millonarias en desuso y al raso, las ruinas del imperio especulativo español.



La sobredimensionada percepción de la sobredimensión del sector público en este país, una vez más unos pocos que engañan a los muchos.



Prolífico como una perca en la jaula del aire.



Godard ironizaba, para empezar Europa le debe a Grecia torres de millones en derechos de autor. En los beneficios explotados de la marca: el logo del logos.



Los Pixies que danzan sobre mi tumba.



Los grandes casos de corrupción económica del desarrollismo franquista: el problema de la deficitaria democracia española es que las elites financieras y productivas las heredamos intactas. Los siniestros promotores inmobiliarios del franquismo se parecen a los de la burbuja especulativa reciente, los hombres de negocios del Opus estafan por dos veces en treinta años, escuchar una conversación entre un empresario y un cargo público de las requisadas por la policía se parece a escuchar una de Torrente, y un hispanista suele ser un inglés que tiene que protegernos todavía de las mentiras revisionistas promovidas desde la Real Academia de la Historia.



martes, 29 de julio de 2014

CUADERNO 7





El genial intercambio legendario entre el lógico griego Epiménides, autor de la paradoja del mentiroso y el gran Buda. Epiménides le preguntaba a Buda: ¿Cuál es la mejor pregunta que te podría hacer, y cuál es la mejor respuesta que tú me podrías dar? Como ya imagina el lector amante de los juegos metalógicos, la mejor pregunta que podía hacerle es la que le hizo y la mejor respuesta posible era esa misma que le daba.



Tan infinitamente concentrado y replegado el sentido que cualquier requiebro combinatorio al azar remite a algún inefable recoveco: esto es lo que hace posible la poesía o la metafísica.



Claro que se puede: Preguntar en Isla Mauricio -dice Stiglitz a los conservadores de EEUU- cómo se logra un 87% de propietarios de vivienda sin burbuja inmobiliaria.



La teoría de supercuerdas que reduce la variedad exuberante de partículas, a la pitagórica, a vibraciones de distinta resonancia energética por parte de cuerdas cuyo tamaño ronda la distancia de Planck (la distancia física mínima posible según la mecánica cuántica). El fondo último de la materia ya no son partículas y ondas sino alargadas cuerdas que resuenan en múltiples dimensiones. Un modelo consistente de esta teoría llegaba a postular unas 26 dimensiones, por ahora se conforman con 11. ¿Y dónde están tantas dimensiones? Simplemente enrolladas a un nivel cuántico, de modo que no podemos detectarlas. Muchos órdenes de magnitud menor que el átomo o el electrón. La gran inflación de los comienzos cósmicos, su explosión acelerada, hinchó hipertróficamente cuatro de las múltiples dimensiones del vacío dando lugar al universo que conocemos. Matemáticamente armoniosa, unificadora y simplificadora, el reto por delante para no acabar arrumbada entre las ideas falsas preciosas de la historia del pensamiento será encontrar la manera de corroborarla mediante algún método indirecto. A lo que no sabemos si podría ayudar el L.H.C. en curso.



Einstein defendía un universo estacionario, léase estático y eterno, para lo que tuvo que idear como compensación una célebre constante cosmológica. Seguía siendo fiel a la visión clásica de la física. El tiempo era sólo una ilusión, puesto que desde las leyes de la Física Clásica era reversible: la distinción pasado-futuro era simétrica. Pero la hipótesis y comprobación del estallido original, el alejamiento mutuo de las galaxias, refutaron a Einstein que lo reconoció sin tapujos. Y el tiempo ¿Tan sólo una ilusión?, replica Prigogine a finales del S. XX.



Escribiendo, como buen zurdo contrariado, a través del espejo.



La magia del figurante.



Postal diaria que le envía la infancia, pero siempre está disponible.



Hay recuerdos impregnados en los olores pero no olores impregnados en los recuerdos, recuerda el olfato de Benjamin respecto a Proust.



El gen egoísta ya no implica lógicamente el gradualismo evolutivo. Los genes se organizan en jerarquías. Algunos genes sólo cumplen la función de comandar y gobernar jerárquicamente a grupos de genes, como nuestros genes Hox de vertebrados. Una mutación que afecte a este tipo de genes produce cambios morfológicos espectaculares, sin necesidad de esperar pacientemente a un gradual trayecto evolutivo.



Así es que Spinoza tenía razón, y esto ya es el pozo insondable de Dios.



Interpretando a Parménides, enfocar lo mismo desde todos los ángulos posibles sin captarlo nunca: quizás es que en realidad no hay tales ángulos. Recordar a aquel matemático genial que decía de sus adversarios que eran esféricamente idiotas, igual de idiotas desde donde se les mirase. El ser en tanto que auto-contenido coincide con el conocer. En su libertad radical equivale a la apertura infinita. Y allí donde las palabras giran en torno a sus propios contrarios se acabó el decir.



Según la versión del amor de Aristófanes (en realidad la versión de Aristófanes ofreciendo su versión del amor según Platón) cada uno busca a su otra mitad para recuperar la unidad originaria que Zeus desgajó. Recientes estudios indican que nos atraen más los rostros que más rasgos en común comparten con el nuestro: en la atracción erótica nos buscamos a nosotros mismos.



Nada más inexacto que su posición en cualquier asunto.



Las ramas heréticas minoritarias en las grandes religiones, desde su amplia libertad respecto al dogma, señalan siempre la puerta de salida hacia la casa común de la realidad: sea sufí, védica, zen o franciscana confluyen siempre en el hogar común distorsionado tribalmente por la mayoría.



Las sistemáticas renuencias que concita la renuencia al sistema.



De Waal investiga actualmente la posibilidad de una estructura moral universal grabada tanto en nuestros cerebros como en el de nuestros primos primates. ¿Algo innato en nosotros nos dice que no va desencaminado...?



Las lenguas click del suroeste africano donde se supone ahora que surgió nuestra especie hace pensar a algunos antropólogos que empezamos a hablar mediante besos y chasquidos.



¿Más formación para garantizar el trabajo en las sociedades del conocimiento? Como señala Krugman podemos observar que trabajos cualificados van siendo resueltos cada vez más desde programas y sistemas expertos, desde el papeleo de los abogados hasta el diagnóstico médico, y sin embargo aún estamos muy lejos de lograr un conserje electrónico que cumpla igual de bien.



Tan sufí que Dios se borró el nombre en cualquier lengua.



Muchos años para adquirir una densa retórica y otros muchos años para expurgarse de ella.



De una economía mundial en decenas de billones a otra de cientos de billones para mitad del siglo, un entorno exhausto y sobreexplotado, un calentamiento global que seguirá encareciendo alimentos y exterminando especies vivas: antes veremos todavía una crisis financiera aún peor que esta, nos tranquilizan los expertos.



Decía Margulis, la base de la vida es bacteriana, y acostumbrada evolutivamente a hecatombes tremendas superiores en varios órdenes al poder deflagratorio de nuestro arsenal nuclear sumado, proseguirá impertérrita su labor y ocupará con nuevas formas de vida los nichos ecológicos que dejemos detrás. Antropocéntricos incluso en nuestra vertiente  destructiva, cuando creemos que podríamos acabar con la vida en su conjunto.



Chantal Maillard esculpidora de la disolución viva como artista y mística, y plenamente consciente de la contradicción que ello entraña como filósofa. Según me cuentan que asegura, se libera de la palabra Dios mediante haikus, o la ocurrencia del látigo zen.



El fenómeno de apiñamiento aleatorio sorprendió a los estadísticos más expertos: cartas barajadas, bolitas de colores mezcladas al azar acaban dibujando patrones de arracimamiento similares a los de las galaxias y a tantos otros fenómenos, diversos entre sí pero que comparten claves secretas.



Alistarse con entusiasmo en la renuncia.



Recomponerse desde los fragmentos de mundo adecuados.



La Iglesia que robaba niños caritativamente.



Y en cuál de todos los naufragios inscribirse.



Las características del artista moderno, tipo terminado de forjar en el Romanticismo, que transmutan aquel don sagrado de comunicación con los dioses, de medium privilegiado entre los antiguos. Como hoy el artista contemporáneo o posmoderno exhibe el mismo olfato inefable e infalible para el dinero.



Zizek señala en una entrevista las paradojas de lo posible/imposible en nuestra época: venceremos al cáncer o ya podemos viajar en clase preferente al espacio con dinero. Un mundo de promesas delirantes al alcance de la mano, que al tiempo desborda la t.v. de políticos y expertos explicándonos que será imposible mantener la Seguridad Social. Y termina sintetizando con una jugosa anécdota de la I Guerra Mundial. Los alemanes telegrafiaban desde un puesto militar al final de la guerra: Aquí la situación es seria, pero no catastrófica. Y los austriacos les contestaban, definiendo sin saberlo nuestro propio mundo: Aquí la situación es catastrófica, pero no es seria.



El laborioso nihilismo de Cioran como compañía del insomnio madrileño, fosfórico como el cielo bélico de Apollinaire, o en la anomia militante a los pies de las escaleras del Reina Sofía cuando paladeaba aquella hora más allá del reloj que cantaba Mallarmé.



El vanguardista a la espera del regate en corto que cambia un partido, una eliminatoria, o incluso un trofeo de alcance mundial. O como dice la versión milenaria de la teoría del caos en la sabiduría china, por una herradura se perdió un reino (o se ganó).



Genitales masculinos sin espinas, lo que nos hizo perder también los sensibles bigotes gatunos, las ahora célebres vibrisas sensoriales. Entonces sí que podíamos conocer, percibir el mundo desde el pene.



La política es la ética como puramente cosmética.



El zombi como símbolo del pos-ciudadano moderno que confunde emociones e iconos, o vivencias con aplicaciones de Windows. Los vampiros posmodernos militan hoy entre los adolescentes en revival neopuritano.



Sociedades en la que grandes bancos, o industrias como la nuclear, arriesgan y ganan, o son salvados mientras pagamos los demás -subraya Stiglitz- difícilmente pueden gestionar adecuadamente el riesgo.



Economistas académicos de prestigio que apoyan el concepto de crímenes económicos para incluirlo seriamente en la legislación internacional, aunque solo sea porque tras el crack hemos vuelto a recordar que estos crímenes son los que más víctimas producen: en Japón el número supera a las del tsunami.



Un muerto ya no es jurisdicción de nadie, que solía decir Walter Benjamin antes de suicidarse con la policía franquista encima dispuesta a entregarle a los nazis.



La mítica tranquilidad del neuroléptico en el poniente del silencio.



Hacerse fuerte en la intuición porque la mirada divina no se equivoca ni cuando se equivoca, por definición.



Meterse en más líos de los que caben en una vida.



No fue el tramposo Nixon quien comenzó el desmantelamiento del estado social, y sin embargo Reagan sigue siendo un héroe en el imaginario colectivo norteamericano.



Insisto con Naomi Klein: de los desastres del capitalismo al capitalismo del desastre. De Hiroshima a Fukushima, ironizaba la prensa capaz de rimar en japonés. Y la Yakuza ejerciendo de ONG con vistas a participar del enorme bocado de la reconstrucción.



El tiempo creativo que avanza a tirones, para y se acelera. En pleno bombardeo heurístico muy poco tiempo llega a condensar fractalmente la productividad de semanas o meses inanes: llega a compensar el largo estiaje en la hegeliana paciencia de lo negativo.



Nuestra ortodoxia es la inconsciencia, decía a Winston el policía del Gran Hermano en 1984, de manera que la función de la neolengua es hacer olvidar el lenguaje a la gente para impedirle pensar. Para el 2050 calculaba que no quedaría nadie capaz de entender este párrafo, u otro más largo.



De pronto una restallante luz primaveral ya casi olvidada, capaz de blanquear hasta la conciencia de los que blanquean el dinero.



La ansiedad reinante por ajustar la propia existencia a un entorno de monos malpensantes.



La riqueza del lenguaje no es sólo sintácticamente combinatoria o generativa. Podemos hacer funcionar cualquier frase en dos o más escenas diferentes, que se superponen simultáneamente en la misma mediante juegos de doble o triple sentido. Su ambigüedad es la auténtica función representativa de una realidad poliédrica, multidimensional.



Leyendo entre líneas enemigas.



Filosofía, una serie de argumentarios peliagudos sobre las cuestiones limítrofes. Empezando por el cuestionamiento sobre la posibilidad de todo ello.



Viajes interiores que lanzan al espacio exterior.



En su Colapso, escribía hace unos años el antropólogo y biólogo Jared Diamonds: “Los problemas de los antiguos mayas, de los anasazi y de los habitantes de Pascua, se repiten en el mundo moderno. Hoy en día, exactamente como en el pasado, países sometidos a un stress ambiental, con excesiva población –o ambas cosas- corren peligro de sufrir stress político y de ver caer sus gobiernos”. Este stress ambiental es el que sufre cualquier población viva, desde las bacterias a los osos, cuando se ve acorralada por la restricción de recursos y la presión poblacional. Y entonces se sabe que, en esos estados, el sistema opta por comportamientos caóticos e incluso histéricos, sea el vuelo zigzagueante de la mosca, el comportamiento alocado en las redes bacterianas o en el interior de una bandada de pájaros, para encontrar la solución a una situación crítica o límite que requiere pronta adaptación. Así “cuando las personas están desesperadas, subalimentadas (…) tratan de emigrar por todos los medios. Se pelean por la tierra. Se matan unas a otras. Provocan guerras civiles. Se imaginan que no tienen nada que perder  y se convierten en terroristas, o apoyan o toleran el terrorismo. Los resultados de esas vinculaciones transparentes son los genocidios, como en Bangladesh, en Burundi, en Indonesia o Ruanda; llamamientos para que los países desarrollados envíen tropas como en Afganistán, en Haití, en Irak, en Filipinas, en Ruanda en las islas Salomón y en Somalia; derrumbamientos de gobiernos, etc…” Revoluciones, cambios violentos de régimen o genocidios resultan ser medidas de presión ambiental de igual valor “que la mortalidad infantil elevada, un aumento acelerado de la población, un porcentaje elevado de adolescentes o jóvenes adultos en la población, y hordas de jóvenes varones sin perspectiva de empleo y maduros para ser reclutados por las milicias”.



Clavan la realidad a sus símbolos para escalar su escarpado abismo.



La concentración energética y de los recursos estratégicos en pocas manos que propicia sistemas centralizados de poder social. Vg., la hipótesis hidráulica de Wittfogel explicaba el poder desmedido de las dinastías imperiales antiguas en torno al agua del Indo, el Nilo, el Eufrates-Tigris, etc. Esta es la clave principal del transcurso histórico hoy todavía: su sentido o ausencia de él deben derivarse desde ahí con permiso de los idealistas empedernidos. Por cierto que la mayor parte de las guerras del siglo XXI serán por el agua, dicen los expertos.



El cisne negro radiactivo para un haiku hiperindustrial.



Pídele penas al olmo viejo hendido por el rayo.



Raymond Aron luchador anti-nazi desde la izquierda pacifista y no comunista –al que Sartre retira la palabra por ello- avisando como Orwell del falso pedestal que erigió a Stalin la intelectualidad europea posbélica. En ese contexto cabe entender sus dos conceptos de libertad, positiva y negativa. Liberados del fascismo, cuidado con lo que hacemos ahora con la libertad recién adquirida porque os llevaremos de nuevo al fascismo reloaded, pero aún peor por poderoso y consiguientemente más totalitario.



La letra tan pequeña del contrato, que no existía.



El emblemático periplo durante años del yihadista egipcio Alí Mohamed entre la inteligencia egipcia, el ejército norteamericano, el FBI o la CIA, paseando por las mismas narices del FBI todas los grandes ataques de Al Qaeda a intereses americanos sin que nadie se diera cuenta hasta que fue demasiado tarde.



Mutuas patronales que manejan ingentes fondos extraídos de los salarios, cuya función es compensar a los trabajadores muertos o enfermos por enfermedad laboral. Lástima que según sus evaluaciones no se produzcan ni una de las miles de muertes al año por amianto –14.000 para los varones- que cabría esperar en España en comparación proporcional con el entorno europeo, y que el Observatorio Social sí reconoce. Mutualismo entre empresas basado en el parasitismo sobre los trabajadores y la sanidad pública, para que sus directivos y cohortes de abogados se embolsen enormes sumas. Y que, termina de apuntillar Vicenç Navarro, este escándalo jamás se publique.

     

Además del consumo simbólico interno occidental que proporciona la ejecución de Bin Laden, ningún jefe de inteligencia brindaría como éxito el no haberlo atrapado vivo. A no ser que como dice El Roto se tratara de torturar a los que no saben para que hablen, y asesinar a los que saben para que callen.



Jaquecas colaterales de cieno, siempre a mi vera.



Cuando pedir la expansión de un estado del bienestar socialmente deficitario, o demandar más mecanismos democráticos que contrapesen el enorme poder de las corporaciones y sector financiero, se convirtió en estalinista.



La del establishment, una antropología algo más simplista que la que ya manejaran los neardentales, además de errónea.



La sacra externalización de las cosas maravillosas u horribles de las que es capaz el ser humano.



Sombras de bohemia.



Cuando creemos haber entendido enseguida que el mar no nos esperaba para ser mar, porque no lo hemos pensado suficientemente.



“En la Naturaleza suceden cosas, el hombre hace cosas”, reza el libro de texto abundando en una vieja dicotomía que su propia condición de manual de filosofía debiera abordar con una distancia algo más crítica. ¿No es más bien que en la Naturaleza suceden cosas de las cuales la más compleja conocida por nosotros es que el hombre hace cosas en ella…?



En el cambio de turno se dejó aquel crimen sin resolver, se perdió a aquel enfermo al que se pudo haber salvado, se condenó a aquel barco sin avistar. En el limbo intersticial del control y la organización.



Émulos aparatosos hechos de coletillas autosatisfechas.



Los nuevos apéndices de nuestra realidad cerebral y las nuevas apendicitis agudas.