Podemos no aspira al partido único, su proyecto político
apunta más bien a ese freno de mano necesario que era la revolución para Walter
Benjamin.
A veces la sensación de que el cerebro anida el
tiempo autónomo de la escritura mientras pasan por delante lejanos los años,
los cursos, las vacaciones.
Epifanía de grandes sorpresas emanadas desde las
mazmorras humanas.
Nos contemplaban frente al mar un montón de siglos,
y de bolsas de basura.
Acosado de escándalos por cumplimentar.
Faltan nociones básicas de Historia económica entre
quienes impunemente la hacen con sus decisiones irrevocables.
La música es cuando el infinitamente creativo orden
del mundo entra por los oídos, o se sintoniza con el corazón.
Múltiples ventanas abiertas para los nuevos cerebros
multitarea. Los neurobiólogos saben que existen diferencias de cableado
neuronal entre cerebros que saben leer y los cerebros analfabetos: la
tecnología nos va cambiando el cerebro. Si nuestros genes reflejan un lento
mapeado darwinista en millones de años, nuestro plástico neocórtex cerebral es el órgano
de la evolución lamarkista en pocas generaciones.
El segundo principio de la termodinámica prohíbe la
existencia de la máquina del movimiento perpetuo. En general las leyes
científicas codifican prohibiciones, imposibilidades, escribe el matemático y
cosmólogo J. D. Barrow. Los enigmas del dios invitan a situaciones
abiertas, aunque suelan quedarnos reducidas por tradición a prohibiciones e
interdictos.
En la música de la voz reside la potencia emocional
de la música, funcionaba antes que cualquier mensaje lingüístico articulado en nuestros
ancestros -sin olvidarnos de que los propios chimpacés hoy sabemos que sufijan
determinados sonidos lexemáticos, también articulan rudimentariamente sus
lenguajes-. Al resto de mamíferos también les encanta. Por lo visto a las
gallinas las vuelve locas Pink Floyd. Los pájaros cantores improvisan cientos
de cantos diferentes a partir de una base melódica común, incluso desarrollan
dialectos grupales de un lado a otro de la selva. Los delfines pueden imitar
hasta el sonido de una guitarra eléctrica como geniales sintetizadores
musicales. Allí debería empezar cualquier historia de la música que se precie.
El niño le pregunta al padre en la procesión: ¿Papá, por qué es virgen esa señora? El
padre le contesta: Porque es de madera,
hijo mío.
La mayoría habitualmente al margen.
Invitar al más acá del más allá.
Maquinarias reductoras de gradientes energéticos
buscan planeta de sobra.
Le pesaban tanto sus supuestos que jamás se
incorporaba a recoger las palabras de otro. Tampoco se volvía para ver cómo los
beneficiarios lo sodomizaban.
La noche ha descendido a los portales abiertos del verano
y ha revelado que ella es la verdad, que el día es sólo la distorsión de una
molesta estrella demasiado cercana. De oposición objetiva nada.
Los grillos se frotan de risa. La culebra que persiguen los niños del barrio se
esconde de todos modos.
Como gusta de decir a los matemáticos, lo más
probable es siempre que ocurran muchas cosas improbables. Lo más improbable
del mundo sería un mundo sin casualidades o hechos muy improbables. En la prolongación
infinita de decimales de pi tarde o temprano podemos hallar la regularidad que
queramos: muchas veces ocurrirá incluso antes en la serie de lo que calculemos
como más probable. Se nos olvida cuántas otras veces lo hará más tarde.
Desde el s. XVIII se conoce el problema de la
no-transitividad de las preferencias. Podemos preferir A a B y preferir B a C,
y sin embargo no preferir en cambio A a C. Según el sistema de elección que
escojamos, el candidato más votado en términos absolutos puede salir perdedor en un
sistema por circunscripciones o listas. Nuestros políticos jugando desde
entonces a las combinaciones y negociaciones en torno al sistema electoral, y si son de la derecha española haciendo todas las trampas al
respecto que puedan.
Lloramos o sudamos agua de mar, de cuando la vida
terrestre se trajo el mar dentro de sí con la misma salinidad de los océanos de
los que provenía. Nostalgia de nuestros orígenes oceánicos, escribió Margulis
en Microcosmos. Y el 10% de nuestro
residuo seco lo componen bacterias simbióticas que nos ayudan a sobrevivir, la
necesaria inmigración en nuestras repúblicas celulares.
Los excesos de gradientes en el desequilibrio
químico generan orden complejo y auto-organización, y sus correspondientes
maquinarias vivas entregadas a la reducción homeostática de tales gradientes.
Que viva el desequilibrio creador.
Nuestro planeta, miles de millones de años más joven
albergó uranio enriquecido en proporciones mucho mayores que las actuales –la inestabilidad
del U-235 es mucho menos longeva que el actualmente mayoritario U-238. El
planeta, decía Lovelock, lo resolvió creando reactores nucleares naturales.
Saber de dónde venimos para saber dónde vamos, embargos de EEUU a terceros
incluidos.
¿Vivimos en el universo hostil e indiferente según
Monod, o en el universo amable de
Freeman Dyson en que vida e inteligencia eran tarde o temprano elementos
inevitables del proyecto?
Mirándonos vivir, describe en Rebelión el filósofo Santiago Alba el
nuevo tipo de martirio posmoderno ante el flash de nuestras cámaras digitales,
que viene a sustituir al viejo Mirarse
morir desde la mirada de Dios.
El autor de El minotauro global, el economista
crítico Yanis Varoufakis resume magistralmente la locura financiera, el
incalculable riesgo del riesgo presuntamente domesticado: “Los economistas
pusieron una nueva etiqueta a la ignorancia y la comercializaron como una forma
de conocimiento provisional. Después los financieros construyeron nuevas
formas de deuda sobre esa ignorancia reetiquetada y levantaron pirámides sobre
la premisa de que el riesgo se había eliminado. Cuantos más inversores eran
convencidos, más dinero hacían todos los implicados y mejor era la posición
de los economistas para acallar a cualquiera que se atreviese a poner en duda
sus premisas subyacentes. De esta manera, las finanzas tóxicas y la
teorización económica tóxica se convirtieron en procesos que se reforzaban mutuamente.”
¿Juegas el juego, o el juego juega contigo?, he aquí la cuestión. En otro apunte escribe: ““El impulso autorreferencial del capital se burla de la voluntad humana, del empresariado y de la clase trabajadora por igual. Pese a ser inanimado e inconsciente, el capital –abreviatura de máquinas, dinero, derivados titularizados y toda forma de riqueza cristalizada– evoluciona rápidamente como si funcionase por sí mismo, usando agentes humanos (banqueros, jefes y mano de obra en igual medida) como peones de su propio juego. De manera similar a nuestro subconsciente, el capital también implanta ilusiones en nuestras mentes, por encima de todas, la ilusión de que, al servirle, nos hacemos valiosas, excepcionales, potentes. Nos enorgullecemos de nuestra relación con él (ya sea como financieros que «crean» millones en un solo día, ya como empresarias de las que dependen multitud de familias trabajadoras, o como trabajadoras que disfrutan de un acceso privilegiado a una brillante maquinaria o a ridículos servicios fuera del alcance de emigrantes ilegales), cerrando los ojos al trágico hecho de que es el capital el que, en efecto, es dueño de todas nosotras, y que somos nosotras quienes lo servimos a él…”
¿Juegas el juego, o el juego juega contigo?, he aquí la cuestión. En otro apunte escribe: ““El impulso autorreferencial del capital se burla de la voluntad humana, del empresariado y de la clase trabajadora por igual. Pese a ser inanimado e inconsciente, el capital –abreviatura de máquinas, dinero, derivados titularizados y toda forma de riqueza cristalizada– evoluciona rápidamente como si funcionase por sí mismo, usando agentes humanos (banqueros, jefes y mano de obra en igual medida) como peones de su propio juego. De manera similar a nuestro subconsciente, el capital también implanta ilusiones en nuestras mentes, por encima de todas, la ilusión de que, al servirle, nos hacemos valiosas, excepcionales, potentes. Nos enorgullecemos de nuestra relación con él (ya sea como financieros que «crean» millones en un solo día, ya como empresarias de las que dependen multitud de familias trabajadoras, o como trabajadoras que disfrutan de un acceso privilegiado a una brillante maquinaria o a ridículos servicios fuera del alcance de emigrantes ilegales), cerrando los ojos al trágico hecho de que es el capital el que, en efecto, es dueño de todas nosotras, y que somos nosotras quienes lo servimos a él…”
Los estrechos y profundos vínculos entre el
cristianismo primitivo y el anarquismo social, en Murray Bookchin. ¿Y por qué
no…? Aquel pasaje en Corintios que
subraya al miembro también como cuerpo, nunca elemento egótico separado como ocurre en
la invitación del anarquismo individualista de las clases altas, el del
capitalismo depredador o anarcocapitalista. Añade el comentarista: “Sin
renunciar al racionalismo cuya negación es la auténtica muerte del alma, nunca
estará de más tantear los caminos de la más radical y abierta de sus versiones,
la que está dispuesta, por ejemplo, a utilizar la introspección que nos ofrecen
algunas técnicas de meditación, o la que usa música y poesía como herramientas
para iluminar los laberintos del animal simbólico que somos”.
Se apunta fiel y permanentemente a la marca Manitou de tabaco de liar, además de por
calidad-precio y sabor, por tratarse de un dios indio. Qué mejor abreviatura
suya que este culto.
John Holloway: con el fracaso de los estados
comunistas orientales no se impugnó la idea de revolución, sino la leninista
toma del poder y el burocrático partido único.
Árboles que viven tanto como una civilización.
Un intelectual denodado multiplicado en decenas de
miles de voces. Vocea un Hay alternativas
al no hay alternativa: el que Thatcher nos coceó para el beneplácito de los
amos (TINA).
Inside job muestra cómo la banca en EEUU financia congresos,
revistas y cátedras del mundo académico para fabricar la ortodoxia que nos ha
traído al desastre. España necesita una investigación similar, dice Vicenç Navarro,
respecto a FEDEA y los autoproclamados y persistentes "100
economistas", que a cambio de vender recortes sociales cobran
generosamente de la banca y se les permite publicar algún artículo en el
American Economics Review
Viviremos a la
platónica, en una saturada y titánica nube de información.
Las declaraciones
de principios en los políticos, los llaman principios
porque muy pocos de ellos quedan al final (un lector en las Cartas al Director)
El modelo estándar aspira, hasta ahora sin lograrlo,
a la unificación de las cuatro fuerzas fundamentales. Tenemos en su seno las
ecuaciones de campo de Maxwell y las ecuaciones de campo subatómicas de Yang-Mills,
pero imposible unificar electromagnetismo y fuerzas nucleares con la
relatividad einsteiniana, es decir, con la fuerza gravitatoria. Postulando una
quinta dimensión espacial además del tiempo, sabemos que se logran unificar
gravedad y luz, en el modelo multidimensional Kaluza-Klein. Ambas serían
efectos vibratorios en dimensiones más altas. Análogamente, las cuatro fuerzas
serían expresiones dimensionales diferentes de una superfuerza original en
muchas dimensiones. Como indica Kaku, los distintos ramilletes de ecuaciones se
agavillan matemáticamente en un solo grupo multidimensional.
Descifrado el palimpsesto de Arquímedes, descubrimos
que manejaba el infinito como un número más pese al dictum aristotélico que
negaba la existencia de infinitos actuales,
dados de una sola vez, y los prohibía racionalmente. Este Newton de la
Antigüedad que se adelantó milenio y medio al cálculo infinitesimal de Newton-Leibniz.
Ideas de decadencia que nunca decaen.
A lo sumo un hábil lector de periódicos, nada menos.
La metafórica creciente del tsunami o el terremoto
respecto a la situación laboral de este país: las catástrofes acompañan
simbólicamente el transcurso económico de este gigante de pies de barro
especulativo, y casas de malos materiales y peor diseño, tan sobrevaloradas
como infravalorada era la inteligencia por los presuntos nuevos ricos
españoles.
Cerebros a los que la cultura se les escapa de las
manos.
Los seres vivos como propioceptores del planeta vivo, escribía Margulis en Una revolución en la evolución.
El jazz contemporáneo es un buen indicador de la
naturaleza moderna, el trance se alcanza viajando hacia el límite, al horizonte
de sucesos de la estridencia nerviosa. Liberación por sobresaturación. Le pilla
al hombre actual más cerca que la calma universal
interior.
Viejo apunte de Chef
Chaouen: Donde sol, montañas y lluvia confabulan una emoción mística luminosa similar al primer día de la creación,
y la enfrascan en polen en mis bolsillos, como aquella onza de felicidad en el
chaleco de Baudelaire, que ahora aquilata un pueblo azul del mediterráneo
entregado a labrar el culto al corazón. Lana, agua y polen, dicen allí.
Las mismas revistas que incitaban al consumo de lujo
y ostentoso presentan hoy entre sus delgadas modelos mensajes sobre el valor de
una sonrisa o del atardecer.
En lugar de reducirlo a fanatismo religioso,
establezcamos el valor estratégico del terrorismo suicida que vuelve temibles a
los que andan en inferioridad de condiciones guerreras, ya desde los sicarii de los dominios judíos de Roma,
o la secta de los asesinos en la Persia de 1080 contemporánea de Omar Jayyam,
hasta los kamikazes japoneses.
La verdad es índice de sí
misma y de la mentira, escribió Spinoza. Y el hombre es el animal que miente según Nietzsche, anticipando la hipótesis evolutiva
del mono maquiavélico.
Porque en conjunto fluido se nos puede reducir a ecuaciones bastante
exactas cuando dibujamos los mismos patrones caóticos, las mismas cascadas de
colores en estampida ordenada que cualquier flujo físico en desequilibrio
creador. Aún falta por desarrollar
una termodinámica similar para el flujo de las ideas y valores, ligados a la
tensión tectónica de las diferentes fuerzas sociales
Recuerda Iñaki Gil en Rebelión respecto al humanismo
brutal-burgués en rápidas pinceladas que “el gobierno portugués ha aconsejado
al pueblo que no caiga enfermo, mientras que la burguesía española ha decidido
entregar el negocio de la salud a la piratería privada. Por ejemplo, la
desesperada política yanqui por asegurar sus reservas de crudo, así como otras
causas, hace más que posible que el calentamiento climático se acerque a los
3,6º C. en unas décadas, límite catastrófico, según el último informe de la AIE”.
(Des)aprender la democracia según A. J. Aguiló
(Rebelión): “El burgués liberal del siglo XVIII no era un demócrata, sino un
defensor del gobierno representativo basado en la propiedad privada y el rango
social. Durante el siglo XX la democracia de partidos y el sufragio universal
limaron el carácter antidemocrático del parlamentarismo burgués, pero no han
servido para superar la democracia oligárquica en la que minorías privilegiadas
tienen poder de veto sobre la mayoría (…) El actual secuestro de la democracia
por las élites neoliberales es la prueba más evidente de la persistencia de
esta democracia de dominación, que en Europa muestra su rostro más despiadado
con la confiscación de derechos y rentas a los ciudadanos (…) El efecto de la
dominación es tan fuerte que en el plano intelectual genera lo que Marx y
Engels llaman “falsa conciencia”, la naturalización de las ideas de la
clase dominante como si fueran las ideas de los dominados. Hemos naturalizado,
así, la monocultura de la democracia liberal…”
Chomsky, que en muchas décadas ha acertado casi
siempre, explica muchas veces que en la tradición bíblica profeta era el
intelectual disidente contra el poder establecido, muchas veces incluso
marginal, y solo cuando su lectura crítica de las tendencias sociales y
políticas prevalecía con el paso del tiempo se le incorporaba a la tradición
sagrada de los venerables. El profeta autoprofetizado.
Habitar otros mundos: ir más deprisa que la
velocidad de la luz es cuestión de sacudir el espacio-tiempo como una alfombra
para que nos atraviese a nosotros en lugar de a la inversa habitual, mucho más
lenta, mediante una cantidad de energía que rebasa los mayores excesos
imaginativos de la ciencia ficción.
En cuanto a las colonias bióticas energéticamente
autosostenidas, veremos si no se implantan en un futuro terrible en este mismo
planeta antes de llegar a exportarlas fuera.
La esperpéntica
sobrevaloración de la vivienda en España, una distorsión valle-inclanesca, en
el callejón sin salida de los espejos deformantes, de un país que se quería
hipermoderno.
Tenía razón el filósofo García Calvo, el problema es
que permitimos que una elite de expertos manejara una maquinaria de producir
beneficios que no entienden, cuyas consecuencias desconocen porque desconocen
sus resortes ocultos, y que han manipulado como el mono teclea al azar y
reincide cuando se ve recompensado a corto plazo. Es lo que había detrás de
tanta cháchara técnica y otros sortilegios de la Nueva Economía.
El Tratado Schengen que aguantó la absorción de cientos
de miles en las guerras balcánicas, pero que se hunde por unos miles de
africanos debiera en adelante reformularse como de libre circulación de xenófobos de derecha.
Desérticas infraestructuras millonarias en desuso y
al raso, las ruinas del imperio especulativo español.
La
sobredimensionada percepción de la sobredimensión del sector público en este
país, una vez más unos pocos que engañan a los muchos.
Prolífico como una perca en la jaula del aire.
Godard ironizaba, para empezar Europa le debe a
Grecia torres de millones en derechos de autor. En los beneficios explotados de
la marca: el logo del logos.
Los Pixies que danzan sobre mi tumba.
Los grandes casos de corrupción económica del
desarrollismo franquista: el problema de la deficitaria democracia española es
que las elites financieras y productivas las heredamos intactas. Los siniestros
promotores inmobiliarios del franquismo se parecen a los de la burbuja
especulativa reciente, los hombres de negocios del Opus estafan por dos veces
en treinta años, escuchar una conversación entre un empresario y un cargo
público de las requisadas por la policía se parece a escuchar una de Torrente, y
un hispanista suele ser un inglés que tiene que protegernos todavía de las
mentiras revisionistas promovidas desde la Real Academia de la Historia.
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