Las mismas áreas cerebrales implicadas en las
emociones y en el conocimiento intuitivo de la complejidad.
Cefeidas para medir el tiempo del universo desde
Hubble. Hoy desde el Hubble espacial ese papel lo desempeñan las supernovas A1,
en las diminutas ventanas de la Vía Láctea a través de las cuales hemos
obtenido las imágenes más sobrecogedoras y hermosas, como la Creación de Miguel
Ángel, de las primeras galaxias cuando el universo apenas contaba con 600
millones de años. Y entonces supimos que la expansión se aceleraba a causa de
una misteriosa energía oscura.
Espera en la vejez llamarse idiota por cosas más
interesantes que esas.
Exploración
incesante de meandros.
“Sin embargo, esta supremacía de lo necesario en la
estructura del logos constituye –al decir de Colli- un error radical que
convierte en ilusorio el camino del logos y su derivación: el devenir, la
historia, la acción; pues el nexo entre las expresiones no es un nexo solo
necesario, y por eso las expresiones no son siempre determinables. En lo
inmediato hay una ambigüedad, una alternativa no resuelta, que Colli define
como arché: o bien se sigue el camino
de lo necesario a través de la causalidad, o bien el camino de lo contingente –y
esa incertidumbre constituye el secreto del mundo-.”
Ni siquiera ella misma creía ser ella, señal de que
lo era.
La Iglesia peyotera que se negó a ser filmada en sus
ceremonias para que el Congreso norteamericano rubricara su condición religiosa
y no meramente lúdica, y ese fue el hecho que presentaron los antropólogos,
entre ellos Bateson, como certificación de su condición sacra.
De la España rústica a la urbanizable a ras de ley
del suelo.
El argumento de que todos tenemos la culpa de la crisis
inmobiliaria en la misma medida que Botín excepto en el botín.
“Ya tenemos Sol: ahora vamos a por la Luna”. Si hubieran
sido Mayo del 68 se referirían a las lunas del mobiliario urbano.
Aquel crédito que hoy podemos llamar, sin embargo
alguno pero con muchos embargos, de gatillo
fácil.
La conjura de los listos, tanto que cada cual lo era
mucho más que el de al lado.
El 100% de objetividad es una entelequia, afirma un
paleontólogo en t.v. Deducir de ello que no existe ninguna objetividad es un
flagrante error de bulto lógico al que sin embargo los posmodernos siguen
llamando Filosofía.
El vano de una puerta de salida cegada en más de lo
mismo.
Tony Judt que definió -precisamente en su último
libro antes de morir: Algo va mal-
espléndidamente los valores de estos treinta años de neoliberalismo parodiando
certeramente a Mandeville: privilegios
privados, indiferencia pública.
La complejidad de definir el concepto de
complejidad, que señala el lógico Carlo Frabetti: un
concepto capaz de medir su propia incapacidad de apresarse a sí mismo.
Los hipotéticos planemos errantes sin estrella
podrían ser calentados indefinidamente por la materia oscura
del centro de las galaxias: la teoría ha encontrado conjeturalmente el retiro
dorado de las civilizaciones inteligentes.
Las estadísticas sobre el FMI hablan por sí solas
sobre el éxito de sus ajustes y reformas en las últimas décadas en África,
Sudamérica o el Sudeste asiático. Pero ¿va a creer usted a sus ojos antes que
al FMI?
Gaviotas que son la
risa del mediterráneo.
Quizás la primera
materia viva sembró nuestro planeta desde Marte y somos todos marcianos, quizás
acabemos viviendo en cualquier prometedora luna como Europa.
La Gran Nube de Magallanes como un rostro
desencajado.
El conservadurismo británico que relegó las
informaciones fidedignas y grabaciones que demostraban que la URSS de Stalin no
tenía ningún interés en instalar un régimen soviético en España, y en cambio
favoreció y amplificó a través de sus diplomáticos la extraña leyenda mendaz de
que efectivamente eso era lo que estaba ocurriendo: algo que sigue haciendo las
delicias del revisionismo profranquista actual, y que sirvió al propio Franco
de coartada para perpetrar y prolongar su dictadura.
El pensamiento como ocasional dispendio de un
sistema de dominio que genera gente ociosa que puede permitirse emanciparse
espiritualmente de ese mismo sistema que paradójicamente lo propicia, escribió
Horkheimer respecto a Platón y Aristóteles como prototipos primeros del
intelectual europeo, sin entrar demasiado en la oscura financiación de
su propio Instituto alemán de pensamiento social.
El interesante análisis de la kinésica de los individuos. En la Filosofía eran Nietzsche u Ortega
desconfiando de los que no saben bailar. Ortega echando de menos
algún elemento de ingravidez en el rígido Heidegger cuyo pensar pesaba como una
losa. El baile que es jugar con la gravedad para engañar pareciendo engañar a
la gravedad, me decía una antigua amante bailarina. El baile como
imprevisibilidad en un marco de reglas de partida y estrictos patrones de juego
con los que a su vez jugar y explorar sus límites, que podría avalar la Teoría
del Caos y los Sistemas Complejos.
Pacto bipartidista para que los que devuelven el
piso al banco sigan amarrados a la deuda, lo mismo que para ocultar el alto
grado de tóxico mercurio en algunos peces de frecuente consumo: por la ausencia
de boca muere el que se come el pez.
La horca atmosférica.
La atracción hipnótica que ejerce el dinamismo
dialéctico en nuestra imaginación narrativa y comprobada inteligencia episódica,
lo mismo que en la música. Porque además de estar hechos de simetrías y
capacitados evolutivamente para percibirlas, pensamos también mediante
simetrías: de ahí esa sensación de placer intelectual ante lo que solemos
llamar ironías del destino, que suelen ser nada más que estupidez humana larga
y naturalmente castigada a su tiempo.
Ahí estaba la gracia para Parménides o Heráclito:
pensar siempre desde dos polos contrapuestos una realidad única.
La teoría del azar relativiza filosóficamente
nuestra tendencia a sobreestimar la presunta capacidad del éxito. Lo hizo por ejemplo Taleb en su reciente y
célebre El cisne negro. La estadística suele poder explicar por sí sola tanto
la excelencia como el infortunio rotundo en muchas actividades ciñéndose a
consideraciones de mera aleatoriedad –lo que debiera reducir notablemente las
exorbitantes retribuciones y bonus de tantos ejecutivos del sector financiero y
empresarial a los que se atribuye largas cadenas de aciertos por alguna esencia
especial de su personalidad, o extraordinaria intuición: suele bastar ampliar
el número de jugadas de la cadena para entenderlas como una mera desviación de
la media esperable en algún momento en alguno de los jugadores en alguna racha.
El sector bursátil está plagado de gurús de esta laya, recalca el sagaz estadístico
y profesor Mlodinow, resultados aleatorios del casino global
Como recuerda Maalouf en El desajuste del mundo,
Nasser en el mundo árabe cristalizó ese culto sagrado panarabista al elegido de
los dioses, pese a la catástrofe del 67 en que le atraparon las trampas
enemigas en torno a su propia retórica de liberación anti-israelí –y sin
embargo fue el nacionalista Sadat en el 73, con mucho menor carisma, el que
obtuvo alguna migaja de victoria que echarle a la boca al humillado mundo
árabe.
Temperaturas más altas que en el centro del sol
aisladas en una burbuja magnética que levita, para producir helio como en las
estrellas: el proyecto internacional ITER que promete para el 2030 energía de
fusión nuclear ilimitada, limpia y segura para el mundo. No se olvide que es
una inversión de los gobiernos: como lo fue el desarrollo informático y de
Internet, mucho dinero público invertido para que su explotación terminara en
manos de grandes intereses privados y corporativos como IBM o Microsoft.
Mediterráneo que dormita su muerte de biodiversidad
bajo el látigo reflectante.
Hasta las migajas filantrópicas de los beneficiarios
contabilizan en el beneficio.
Solía glosar aquello de Foucault que glosaba a
Montaigne cuando decía que nos pasamos la vida glosándonos unos a otros.
Treinta billones de células y nos lamentamos todavía
de ser tan plurales incluso como individuos.
El renacentista, ludócrata y prolífico Cardano
pionero en los conceptos de la matemática que encontraría siglos después su traducción física en el desarrollo de la mecánica cuántica: los números negativos
y el cálculo de probabilidades –si obviamos a los matemáticos chinos de siglos
anteriores que ya los avanzaron.
Aquella maldición china que citaba Umberto Eco:
ojalá te toque vivir en una época interesante.
Von Hayek y el asesino de Oslo parece ser que
estaban convencidos de lo mismo: que la socialdemocracia nórdica necesariamente
desembocaría en fascismo. En el caso de Hayek simplemente por la circunstancia
histórica de que el experimento socialista local en su Viena de infancia fue
arramblado por el empuje nacionalsocialista que lo desbarató.
La falacia del condicional bayesiano latente en las
lógicas conspiratorias que inundan la Red: confunden la probabilidad de que si
hubiera realmente una conspiración global los datos esgrimidos fueran pruebas
que lo demuestran, con la escasa probabilidad de que si los datos fueran ciertos
probaran la existencia de la supuesta conspiración global, afirma el profesor
Mdlodinow.
Todo el mundo sabe que el barco se hunde / todo el
mundo sabe que el capitán mintió (Leonard Cohen).
La ley de los pequeños números, ironizaban los
nobeles Kahneman y Tversky, con la que pretendemos
erróneamente representar el clima social a partir de una muestra muy limitada
de gente que conocemos o con la que hablamos.
Aquel esquema histórico del historiador Toynbee,
casi póstumo, basado en la relación entre el ritmo de cambio e innovación
frente al de las comunicaciones. Hasta hace unos 5000 años aproximadamente
-casi la totalidad histórica humana- la lentitud del cambio era incluso mayor
que la de las transmisiones por el globo, midiéndose en decenas de siglos: esto
propiciaba la uniformidad de las sociedades y sus estilos de vida a lo largo
del planeta. Luego los cambios empezaron a ir más rápidos que su difusión y fue
en estos últimos milenios cuando empezaron a diferenciarse las sociedades: y
surgieron Estados, religiones estatales y decisivas diferencias técnicas y
culturales. A partir de 1500, los cambios técnicos vertiginosos de la
modernidad llevaron a que la difusión superara el también acelerado ritmo
innovador, conduciendo hacia una nueva y creciente uniformización humana,
vehiculada ahora por un sistema capitalista colonialista y depredador global
cuya exacerbación vemos hoy a nuestro alrededor. Escribe Amin Maalouf con
cierto instinto que a comienzos del s. XXI, con todas sus crisis globales
emergentes –financiera, medioambiental, geopolítica, demográfica, etc- quizás
ingresamos en una cuarta fase incierta y peligrosa en la que las consecuencias
de los cambios van más deprisa que su adaptación técnica y social.
Aquel recordatorio que el dramaturgo Pinter lanzó al
recoger el Nobel hace unos años, de que murieron más millones de personas por
la represión en la órbita capitalista que en la comunista en la Guerra Fría de
aquel siglo corto de Hobsbawm, pero de plomo.
Aquel niño que “arreglaba radios pensando” contaba
el Nobel de Física Feynman regocijado en sus memorias, cosa que al vecino le
resultaba casi mágica.
El 80% de los declarados santos por la Iglesia
pertenecieron a la elite y solo el 5% surgió de las clases más desfavorecidas:
teniendo en cuenta que en todos esos siglos esas elites representaban apenas el
5% de la población, las conclusiones de este reciente estudio norteamericano
respecto a los intereses que ha defendido secularmente la Iglesia sin duda
resultan algo más que blasfemas.
La falta de resolución en cada Resolución crucial de
la ONU hasta hoy.
Réquiem de té y hierbabuena por el fresco viento
atlántico en bulliciosos cafetines del derretimiento.
La Medina de Tetuán, el arte en Fez, la cosmopolita
y oscura Tánger. –Aquel viejo dicho citado por la escuela de psicólogos de Palo
Alto herederos de Bateson: “Me dices que
vas a Fez y yo sé que eso significa que no vas a Fez; pero luego me entero por
terceros que en efecto has ido a Fez: ¿por qué mentirme a mí, que soy tu
amigo…?”.
Religiones de la ausencia de otros libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario