Un mundo en consunción en el pecho, como un infarto
respiratorio. Hercúleo trabajo el de la respiración del yoga y otras técnicas
de concentración del alma en un soplo.
No olvidar que portamos sombra por interponernos
entre tierra nutricia y sol, en una relectura divergente del mito de la caverna
platónico.
El destino de nuestros demonios es el de los usurpadores
con prisas, casi shakespearianos si no fuera por la falta de estilo.
Ahorcarse del hilo musical en el psiquiátrico, o en
su defecto con el hilo dental.
Falsos amigos en una misma lengua: Atracar un barco lo mismo es una muestra de habilidad que una
acción delictiva, depende cuál sea el sujeto en cada caso.
Subir es lo mismo que bajar en lo que a la escalera
respecta, subrayaba Heráclito pese a no contar con amigos, ni siquiera con gobernantes
gallegos.
El arte no es finalmente morirse de frío sino
quemarse las alas como Ícaro.
Una revelación que olvidé proseguir tras la
revelación lisérgica en que se me presentó fulgurante, ahorcado hasta hoy de tantos
cuerdos: El mundo está hecho de tal
manera que la verdad es de locos.
La estafa habitual se trasladó a Internet, porque
fuera se llaman contratos flexibles o productos financieros sorprendentemente errados contra la
gente.
Perderse en el baile de identidades del juego
ambivalente entre el bien y el mal, confundiéndose ambos en lo carnavalesco.
El imperio del sol declinante que muere de tarde en
tarde.
Cuando cesó la tortura, la discusión política proseguía
en aquella comisaría.
En la gran farsa, comedia o bufonada el cielo se me
quedó pequeño porque no estuve a la altura.
No cambio un Vicente Ferrer por miles de Teresas de
Calcuta, que les negaba cuidados paliativos a sus pobres mientras distraía
fondos millonarios para las peores sectas católicas, mientras que no se los
negó a sí misma cuando murió en EEUU: porque según ella Dios gozaba con la pura
agonía de los pobres. Dios estará muy contento con el papel que le atribuyen
todos estos fanáticos.
Lo de recortada
referido a la Sanidad pública, vale también por el número de muertos que
ocasiona al año.
Hermoso calificativo y sabio el de desprendido, que también significa
revertir todo lo que en un acto de locura haya prendido.
A cuánto sale el racimo de uvas por contar para el
tribuno romano, que atesora sus sestercios en la Helvetia.
Según la lectura crítica de Nietzsche por parte de
Colli, no es el instinto quien empuja a nuestras valoraciones sino que cada
instinto presupone ya una valoración indivisible de partida. La raíz de la vida
ya es conocimiento, antes de que comparezca tardía nuestra conciencia de
sujetos ante cualquier objeto, deseos y proyecciones varias.
El despojado de mundo, una ventana infinitamente
abierta y arrobada al mundo para reflejarse en su inmensidad. El universo como
en el cuento borgiano, reflejo del rostro de cada cual.
La simplicidad, lo más complicado del mundo.
Peatonalizar el cielo para que no tengan cabida los todoterrenos ubicuos de esta isla
africana de la ostentación.
No escatimar esfuerzos en escatimar esfuerzos.
Mandar obedeciendo de los zapatistas y su subcomandante Marcos: lo diametralmente
contrario del Obedecer mandando de
nuestra clase política española de puertas giratorias, como premio al servilismo
respecto a los amos mientras se les derrama de las manos el flujo de muertos
sociales.
De la epopteia
eleusina de los griegos, a los hermosos salmos del rey David. He aquí una
puerta giratoria con honor.
Serpiente inconsútil lectora de pensamientos
humanos, ya desde el Génesis.
El Mahabharata:
el núcleo del destino no puede
deshacerse; nada en este mundo es el resultado de nuestros actos. En
especial aquellos para tratar de rehuirlo, que es solo llegar a destino por la vía equivocada, que escribió Stendhal. Por
supuesto que el concepto resulta infalsable ¿o eran popperianamente tan
ingenuos de esperar que lo fuera…?
Amartya Sen, el Nobel de economía que comparó el
modelo indio de capitalismo liberal con el modelo estatalista chino, con
condiciones de partida similares. Si en nuestros medios se resaltaron tanto los
millones de muertos por la hambruna china durante dos años, no divulgan en
cambio el número de millones de pobres generado en la India desde entonces, que
supera cada ocho años el chino. Lástima los problemas con los números del
occidental medio, al que no convenceremos porque prevalece en él la propaganda.
A los hindúes se les dan mucho mejor desde hace milenios.
Ningún dios sobrevive a la
sonrisa del ingenio,
se equivocaba magistralmente Cioran. En
cambio, la duda penetrante no espera otra cosa que negarse a sí misma, que
mudarse en fervor, acertaba. Y esto desde Descartes mismo.
Soros o Gates personificaciones
de la autonegación del capitalismo, señala Zizek. Autonegación tan necesaria hoy en
las conciencias para su perpetuación como lo era en la gran enseñanza de 1984 de George Orwell.
Anaximandro se preguntó –incide en sus apuntes
profesorales el joven Nietzsche- cómo es posible la multiplicidad desde la
unidad del ser. Y obtuvo respuesta del carácter
autodestructivo y contradictorio de esa multiplicidad negadora de sí misma.
Digamos que se trata del rodeo de una
doble negación para retornar a la sustancia unitaria desde sí misma. La
culpa de existir que el tiempo, esa otra ilusión, repara mediante severa ley
restauradora del equilibrio primordial, léase: de lo indeterminado en origen.
Golpetazo de puerta o de sillas me arrancan de la
abstracción secuestradora, o acaso me secuestran.
La voluntad de vivir se
autodevora, así
interpreta Schopenhauer la violencia enraizada en origen de cuanto es. A partir
de ahí busca Nietzsche la afirmación trágica de la existencia. Un mundo humano que solo ve el polvo que
levanta la lucha olímpica, describe.
Categorías que no pertenecen ni al sujeto ni al
objeto, sino al logos que los elabora
como polos tardíos de la representación (G. Colli)
El código Danone de los yogures, mucho más
misterioso que el Código Da Vinci.
Llamé a mi buena amiga el
ángel, pero había salido con su contestador. / Ella dijo que le encantaría
bajar a ayudarnos, pero el mar nos electrocutaría a todos (Radiohead, Nice
dream).
Llegar a sabernos elementos de la autocreación.
Cibernautas monádicos
que reflejan el mundo entero, cuán leibniziano, incapaces de ventanas abiertas
a un otro, apunta Zizek.
La liberación sexual occidental a partir de los 60,
camino de la mercantilización -según Badiou o Houellebeck- lograron
arruinar el amor. Añadamos antes aún
al Fromm del Arte de amar.
La verdad no era su fuerte, sino más bien su
intemperie al raso.
Los dioses que inoculan sus mensajes a terceros en
cada uno de nuestros sueños. La fluida comunicación onírica a despecho
consciente de sus portadores.
Cada cual nace con su mapa del mundo escrito en la
piel de su vida.
El delirio del literato, llegar un día a ser lo
escrito, convertirse en su propia obra impropia. Mientras Lao Tsé nos
recomienda desde hace miles de años la simplicidad del Tao, camino único de
existencia. Y dejarse la vida en obras y fluir después abandonándolas para
siempre sin mirar atrás, ligeros como copropietarios de la mar.
Los medios no hablaban de
guerra fría (y menos tan sucia) cuando EEUU extendía sus bases en Bulgaria o Rumanía, subraya Pascual Serrano.
En el mar siempre queda todo por mirar, pese a
haberlo engullido entero.
Vivir teledirigido y megavisionado en pantallas
acosadoras, aboliendo místicamente la ilusión dentro/fuera desde la tecnología del control más avanzada.
Intimidad inseparable e indiscernible de la inmensidad compleja: lo llaman medio ambiente porque la otra mitad
infinita e ilusoria es la carcasa falaz que soy yo mismo.
Bajo el yugo añadido y mortal del
desquiciador Levante.
Constelaciones de ciencia ficción futurista a
comienzos de la sexta gran extinción de la vida.
Adquirir relevancia para la supervivencia de la
especie más allá de la reproducción sexual. Larga vida al cerebro ejercitado,
porque le pertenece el reino cosmológico de los cielos.
Fragmentos de la paciencia
negativa del trabajo, según Hegel. De la esforzada labor de montar el puzzle
del conocimiento. Pongamos que hablo de la vida misma.
Sin saberlo son resultado de la nanotecnología e
ingeniería genética de la evolución. La vida despliega un saber planetario de
3700 millones de años. Inútil la queja para que no nos toquen ni átomos ni nos manipulen
los genes o los bits. Solo curiosidad por si será factible normalizar tales
métodos y nuevas soluciones alquímicas, antes de que nos engulla como especie
nuestra destructividad incultural.
Y dónde ingresar el espíritu en todo esto, sino en
el alma que lo insufla todo.
Mediante lo onírico educador, nuestros sueños nos
preparan o adiestran para situaciones futuras ya en marcha, cual simulador de
vuelo astral. Coto ansiado de la adivinación profética y consagrada en los
pueblos antiguos, algo similar opinan grandes neurólogos actuales. Si
presenta ventajas evolutivas significa que no podemos aparcar el alma, ni
siquiera en el vado reservado para grandes científicos en silla de ruedas, si es
que aspiramos a conocedores tal y
como lo declara la Metafísica
aristotélica desde su primera página.
Perdemos la vida en relampagueantes vivencias, justo lo que ganamos en experiencia: vasos comunicantes a través del
transcurso temporal.
Un entramado de saberes del sujeto en su fase terminal del flujo hacia la abstracción, antes de regresar al origen a quemarse de nuevo en el rayo instantáneo. Todo lo sigue gobernando el rayo, señor Heráclito. El resto es abstracción en forma de inteligencia episódica, mirando siempre hacia atrás.
Un entramado de saberes del sujeto en su fase terminal del flujo hacia la abstracción, antes de regresar al origen a quemarse de nuevo en el rayo instantáneo. Todo lo sigue gobernando el rayo, señor Heráclito. El resto es abstracción en forma de inteligencia episódica, mirando siempre hacia atrás.
Bucear contra el Everest, y
ahogarse, reza la
canción de Sabina sobre los dos menores que escaparon a ver por primera vez el
mar en Portugal.
Días de jaqueca orgánica y desilusión, sin ánimo ni de ofender.
Días de Pax Hispánica.
Días de Pax Hispánica.
Apostado en balcón
neroniano a componer una oda colgada del destructivo fuego ajeno.
Como arcadas de la alianza repugnante en medio del diluvio.
Como arcadas de la alianza repugnante en medio del diluvio.
¿Cómo podemos estar seguros de algo si ni siquiera
sabemos con seguridad qué significa estar seguros…?
Y por qué íbamos a dejar de preguntarnos por qué.
Tejerse después de nosotros nuevos capítulos de la
narración bacteriana.
La vida sin sus engreídos bardos primates: ¿cómo
concebir la existencia como un desierto total de conceptos sin fagocitarse la
conciencia humana en el intento?
Hasta los bosques migran lentamente en busca de
mejores nichos. Cualquier estabilidad se disuelve desde la perspectiva de
escala temporal adecuada. Observar el crecimiento de cualquier planta a cámara
rápida y nos parecerán los manotazos del animal desperezándose.
A través de la autodeclaración superhumana o divina
de los Fortune 500 o Forbes, las elites ya nos han contestado
al problema de la existencia humana en el planeta los próximos dos siglos, portavoceados
por lumbreras como Aznar y demás negacionistas disfrazados de escépticos serios.
Vacuos y falaces asesores minimizando la destrucción del 90% restante. Retrato
del mal con bodegón al fondo, y demás naturalezas muertas.
El flujo mental y natural como desarrollo musical
del ser.
Nada en la calma chicha previa al tsunami a pulmón
abierto. Como ese Nada del diario de
Luis XVI el día inaugural de esa revolución francesa que lo terminó decapitando.
El agonismo del filósofo, enredar al otro en sus
intrincadas telarañas argumentales. El físico ingenioso solo
atestigua una molesta e insistente nube de electrones.
Suicidarse, el acto no tan soberano de recusar casi
4000 millones de ingeniería viva, una ilustre tradición mitocondrial de la
sabana y una larga ristra de apellidos.
El determinismo metafísico laplaciano que espera
convencerse de que estaba escrito desde el comienzo del universo que iba a
llevar razón eones más tarde en su polémica contra indeterministas. La
arrogancia intelectual elevada al rango cósmico.
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